MI PAPALOTE NEGRO

En honor a mi Amigo Carlos (totitas quien ovidó de chamaco su papalote en el templo)

Aún recuerdo aquel volar de mi papalote, gastaba cantidad enorme de hilo cáñamo para verlo volar entre las nubes, conquistando el cielo, recuerdo que de la fuerza el hilo llegaba a quemar mis manos que por mi edad no era mucha la fuerza que yo tenía.

recuerdo bien ese domingo, me desperté, muy temprano para ir a volar mi papalote al parque, cuando estaba a punto de pedir permiso para ir a volar el papalote, mis padres me dijeron:
-¡Vas, pero primero nos acompañas a misa!
-¡eso es cosa de viejos, además no entiendo lo que dice el padre! pensé, pero como no tenía voz ni voto, lo mejor que pude hacer fue acatar las órdenes.
Estuve sentado en misa, pero no escuchaba lo que decía el padre, me paraba cuando se paraban todos, me sentaba al igual que los demás, actuaba como cuando uno juega a Simón dice, lo que el padre decía todos hacíamos.
vi como unas señoras señalaban las piernas de una muchacha, que llevaba un vestido casi a la altura de la rodilla.
terminó la misa y nos fuimos al parque a volar el papalote, al llegar me di cuenta que no tenía el papalote negro, ¡mi favorito, el mejor, el más grande! (era el único que tenía)y regresamos rápidamente al templo por él. Pero ¡oh sorpresa no encontramos nada! ¡se lo chingaron, pinches ratas, malditos villanos! pensé porque de haber gritado me hubiesen puesto una chinga que mejor omito, lo que sí dije fue: ¿y estos son los hijos de Dios? ¡qué amistades papá! a lo que me dio un coscorrón siguiéndole estas palabras: ¡cállate, fue castigo divino lo del papalote por no poner atención en misa!