viernes, 21 de noviembre de 2008

El Canto del Totas

En este recorrido por la bella hermana república de Irapuato, encontré a este cantante. Espero sea de su agrado.









jueves, 20 de noviembre de 2008

Policías de Irapuato

Durante el entrenamiento de fútbol americano en la deportiva norte, escuchamos un ruido de un golpe; volteamos y vimos a una persona tirada en la banqueta junto con su bicicleta, convulsionándose. En eso oscar; uno de los compañeros comenzó a gritar como desesperado. ¡Auxilio, se convulsiona háblenle a la ambulancia! notándose En sus ojos el rodar de sus lágrimas. En eso chon, (jugador y paramédico) sube a su moto a toda velocidad para auxiliar al ciclista.
A los tres minutos pasa una patrulla; le hace la parada Oscar diciéndole ¡hay un hombre tirado, está mal ayúdenlo! Los policías de la patrulla 2808 se bajaron para observar al ciclista, poniendo cara de ¿Ahora qué se hace en estos casos? E hicieron lo más sabio de sus vidas, se le quedaron viendo a chon y uno se desesperó subiéndose a la patrulla.

llegó la ambulancia, acompañada de un agente de tránsito, se baja el paramédico de la cruz roja, entre éste, chon y crazy (otro compañero) ayudaron al ciclista mientras el agente de tránsito y el policía platicaban y no hacían nada por ayudar.
Oscar trató de brincarse la reja para ayudar a dirigir el tráfico pero su habilidad no lo dejó, gritando ¡no me graben, auxilio, cómo me bajo!
Se llevaron al enfermo; regresando chon y el crazy a su entrenamiendo mientras la gente que chismosamente estaba en el lugar les aplaudía su acto de gran valor. Los policías se fueron y el tránsito se quedó esperando que llegara alguien por la bicicleta, nos contó chon que los policías no querían que le hablaran a la ambulancia, que dijeron ¿pa qué ahorita se levanta?

Pero en fin es gusto contar con compañeros de juego que les guste ayudar a los demás

miércoles, 12 de noviembre de 2008

Cuentos de Cosas Insignificantes

un saludo a todos hoy pondré este escrito de una chava de la hermana república de León, guanajuato. me refiero a Ana Montserrat Alcántara Maciel. quien tiene madera para esto de las letras, bueno yo que puedo decirles, si a duras penas me sé las vocales, mejor leanlo y juzguen ustedes mismos.


Sin presupuesto para el rescate.

Las horas en la oficina pasaban, la mujer sólo pensaba en terminar su jornada laboral para descansar en su casa, cuando, de pronto, si jefe la llamó: “necesito que vaya por unos documentos al edificio de en frente”. Ella respondió que sí. Aunque el tono de su voz al igual que la expresión de su rostro, demostraban molestia, ya que faltaban menos de quince minutos para que terminara el día de trabajo. Pensó que el hecho de dirigirse al otro edificio le tomaría más de quince minutos y que al regresar su jefe ya no estaría porque no se preocuparía de que aquél documento estuviera en sus manos ese mismo día; por lo que la mujer decidió esconderse en el baño durante los siguientes quince minutos, para que, en caso de que su jefe preguntara por ella nadie supiera en dónde estaba. Planeó que al día siguiente, temprano iría a recoger los papeles, al fin y al cabo, su jefe como siempre, llegaría una hora después.
Pasaron los famosos quince minutos y su plan funcionó. Nadie notó que ella no estaba, el edificio fue cerrado. Nadie volvería sino al siguiente día. Felizmente, la mujer salió del baño pensando en aquel té caliente que esperaba por ella en su casa y ese sillón al que había estado extrañando durante todo el día. Ahora sí podría ir a descansar, pensaba la mujer. Cuando de pronto se encontró con un nuevo problema: no había escapatoria, la puerta había sido cerrada. Ella se aterrorizó por el simple hecho de pensar que pasaría la noche en aquel lugar así que comenzó a pedir ayuda golpeando y gritando a las personas que pasaban por el lugar. Tuvo suerte cuando un hombre le prestó atención. La mujer trató de explicar que estaba atrapada y sin escapatoria. El hombre se dio a la tarea de llamar a la policía.
Después de algunos minutos, tanto la policía como los bomberos, hicieron su aparición, lo que le dio un poco de alivio a la mujer quien pensaba que había encontrado en aquellos elementos, su salvación. No pensaba que su salida de aquel lugar tardaría aun un par de horas en cumplirse. La llegada de patrulla tras patrulla y el juego de luces que provocaban las torretas, provocó que poco a poco la gente se acercara al lugar a preguntar el motivo de su visita. Mientras tanto, la mujer se limitaba a mirar a través de las ventanas tratando de entender lo que afuera se planeaba. Pero en realidad no había plan de rescate. Al ver que el tiempo transcurría y no había movilización alguna, la mujer decidió ayudar a la policía, se dirigió a un escritorio cercano y tomó una hoja de papel grande y un plumón negro con el que escribió una serie de números. Rápidamente se dirigió hacia una de las ventanas para golpearla y mostrar una nota con el número telefónico de quien poseía las llaves del lugar. Pero no fue suficiente, porque surgió un nuevo problema: el número telefónico era de un celular, motivo por el cual todos los ahí presentes pusieron un “pero” para realizar la llamada.
Al ver cómo todos hacían señas al hablar que demostraban que aquella opción no era posible, la mujer no hizo nada más que resignarse a esperar, aunque claro, estaba sumamente desesperada. Pensaba en lo caro que le había salido su flojera, pensaba en el “hubiera” y en lo que pudo haber hecho para evitar su actual situación. “Si tan sólo hubiera ido a recoger el documento” o “debí salir del trabajo y recoger los papeles mañana temprano” pensaba constantemente. Ahora se daba cuenta de que el esconderse en el baño para que su mentira funcionara, había sido la cosa más estúpida, lo que la mantenía ahora sin salida. Pero de nada servía que estuviera arrepentida, porque ahora tenía que preocuparse por salir de ahí o resignarse a pasar la noche dentro de una fría oficina y preparar una buena explicación.
Las manecillas del reloj avanzaban, pero su movimiento parecía tan lento e insoportable para ella mientras observaba que quienes iban a “salvarla” no lograban concretar un plan para lograrlo. Y entre el sonido de las voces y las luces color rojo y azul que giraban constantemente iluminando la oscura oficina, ella intentaba pensar en un nuevo plan para salir, pero su mente estaba bloqueada por la idea de que no lo lograría en esa noche, así como por el miedo de tener que explicar a su jefe el por qué de su presencia en el lugar. Pensaba que por su desobediencia sería despedida, imaginaba cómo viviría sin un trabajo. El miedo provocaba que en su mente pasaran imágenes deprimentes de su futuro. Pero además del miedo, la molestia por no tener saldo en su celular para realizar la llamada, también bloqueaba su mente. En el edificio había una gran cantidad de teléfonos desde los cuales se pudo haber realizado una llamada, pero no lo hizo, porque ello implicaba que fuera descubierta al quedar registrada una llamada en horas fuera de lo establecido.
Poco a poco el cansancio invadió a la mujer, por lo que junto unas cuantas sillas y se recostó, mantuvo su mirada fija en lo que ocurría detrás de la ventana. Pero el movimiento de luces y el sonido provocado por las manecillas, la fueron arrullando. Llevaba más de dos horas y media encerrada sin obtener resultados. Del otro lado de la ventana, los elementos policiacos y bomberos, se retiraban uno tras otro, poco a poco y sin mostrar preocupación alguna por la mujer. Finalmente, uno de los policías decidió realizar la llamada, anunció que poseía una tarjeta telefónica y se dirigió a un teléfono público. La gente que se encontraba ahí aplaudió al policía, en cambio la mujer pensó que pudo haber hecho eso tiempo atrás y que el aplauso no era algo que se mereciera en lo absoluto.
Tomó algunos minutos para que el hombre regresara con la noticia de que el encargado de las llaves estaba en camino. Al saber la nueva noticia, la mujer se alegró y regresó las sillas a su lugar. En menos de diez minutos, el encargado estaba en el lugar, los policías explicaron la situación y le pidieron que abriera el lugar, el trabajador accedió y finalmente la mujer pudo salir.
Al momento de su salida, los policías esperaban un gran agradecimiento y ovación, pero en lugar de eso, la mujer sólo agradeció a su compañero y se dirigió junto con éste a su casa. “No tengo nada que agradecerles a esos, no pudieron sacrificar cuatro pesos para sacarme”, le explicó a su compañero.

martes, 11 de noviembre de 2008

EL FLIRS




Flisrs, mojalil, el loco, el viajes, carreras truncas, el avión, etc. Si señores les hablo del buen Pavel, conocido por cursar varias carreras y no terminar ninguna.

Tiene algo muy peculiar. Sueña despierto, si así como lo lee, llega a ver personas, animales, dibujos animados, payasos, y una liebre que lo regaña cuando no va a la escuela.

Una ocasión le vimos hablar con pluto el perro de la tele, claro que él hablaba y el perro no contestaba nada, pero él dice que el perro y él, hablaban en un lenguaje que nadie podía entender.

Ha sido de varias creencias, católico, cristiano, budista, musulmán, comunista, panista, priista, perredista, americanista, lacto vegetariano, etc. Tiene una forma muy peculiar de curar sus enfermedades, si tiene una gripe o tos, sale desnudo a media noche colgándose una bolsa de hielos por la espalda, y corre por toda la cuadra gritando. -¡soy mas fuerte qué tú, gripa hija de mil demonios!

Una anécdota muy interesante de este chico fue el día que tuvo a satán y a chucho rizos de oro juntos, uno recargado en su hombro izquierdo y el otro en el derecho. Dice que el chucho le decía, ponte pedo, te doy permiso, fuma de la verde, no hagas caso a Satanás, haz lo que te digo y un día estarás sentado a la derecha de mi padre, en un congal de prestigio. Mientras en el otro oído se escuchaba que Satanás le decía borondongo, borondongo, fue algo que nunca entendí y el tampoco, pero pos eso le decía el diablo.

También llegó a ser bailarín para mujeres, cosa que le dejó muchas satisfacciones en su vida, dicen las mujeres que lo que les atraía de él, era su movimiento pélvico a la hora de ejecutar su baile.

Ahora tengo tiempo sin saber de él, hay rumores que dicen que anda vagando por el mundo sin rumbo fijo, también que anda gozando de la vida con una chica que conoció en una cantina, otro de los rumores es que fue a pedir trabajo para actor principal para una novela, y que él produciría, dirigiría, actuaría, y sólo necesita el patrocinio, y el nombre de la novela sería “mi vida entre Jesús y Borondongo



lunes, 10 de noviembre de 2008

SANTO BURRAZO









Catedrático, estudios en el extranjero, diplomados en diversas partes del mundo, maestrías, etc. Sí, les hablo de el Ernest, también conocido, como el burro, el santo burrazo, el pelicano, el posición t, etc.
El santo burrazo da clases en una pequeña escuela, perteneciente al gobierno. Lo malo es cuando toma una copa de alcohol; se emborracha a tal grado que pierde conocimiento de lo que pasa a su alrededor, y al día siguiente cuando van a reclamarle las cosas


que hizo cuando estaba en ese estado, se ve como pega un brinco al igual que una liebre por el campo, para esconderse y se escucha ¡mamá abre y di que no estoy!
Es un tipo muy peculiar, amante de la música, y siempre le gusta ser el centro de atención, si está en una fiesta y alguien está tocando la guitarra dice- ¡así no va la canción! ¡pásame la guitarra! Toma la guitarra y no toca absolutamente nada, bueno un par de canciones, lástima que esas dos canciones las quiere tocar todo el tiempo.
Su grado de alcoholismo llega a tal grado, que en una ocasión, prefirió orinarse en los pantalones, porque decía que si iba al baño le esconderían la botella o se la acabarían, que mejor la quería guardar.
Cuando está un poco bebido, muestra su musculatura, para atraer a las chicas, diciéndoles ¡nenas dadme calamar fresco yo sabré recompensarles! Mostrando una sonrisa y guiñando el ojo.
También hay que destacar que es un gran anfitrión, siempre nos ha recibido con amabilidad en su casa, bueno afuera en las graditas donde ya les contaré en otra ocasión las cosas que han pasado ahí.
No es fácil que acepte a todos en las graditas, puesto que entre ellos está el hipocondría o reflujos, yo, sus primos, bolavsky amigo de borracheras de semanas del burrazo, el isra o el escorias, etc. Soportando a todos diciendo cantidad enorme de estupideces.
También es un fiel católico y panista, ha llegado a entrar al templo de rodillas, poniéndose nopales con espinas en ellas, para mostrar su fe.
Después de salir de misa, (puesto que es el sacristán, monaguillo, corista, etc.) llega a casa para comer y siempre pide de postre su helado de chocolate mezclado con refresco de cola, pueto que dice es algo de lo más fino.

jueves, 6 de noviembre de 2008

SEÑORITA LULÚ

¡Julio! Te voy a pedir de favor que no recargues nada en esa pared, porque esa pared es mía, y pues no me gusta estar peleando, y nunca hemos tenido problemas y no quiero tenerlos así que por favor, quita la escoba.

-Si señora contesté a lo que me dijo: gracias y por favor soy señorita y de las de más antes.

Así era lulú, carismática, un poco enojona, de edad madura y soltera, de esas que llenan su casa de aves para que le alegren su estancia, mujer que si escuchaba un ruido en la calle, un grito, un golpe salía corriendo para ver que había pasado; no es que fuera chismosa, era precavida.

Julio fíjate que ayer el velador de enfrente se la pasó a beso y beso con la novia, y pues no está bien eso, que impresión le dan a la ciudad, además pos no está bien. Yo oí voces y salí eran como las tres de la mañana y fue cuando los vi.

Siempre peleaba con la gente porque se estacionaban en la banqueta, que está afuera de su casa, el motivo del enojo era que ella no sabía que mañas tendrían las personas. Así se fue a quejar a presidencia, tránsito y no sé que tantos lados más. Hasta que logró que los agentes de tránsito pusieran un letrero de no estacionar, cosa que fue contraproducente porque cuando se estacionaban sus hermanos o algún pariente llegaba tránsito y les quitaban la placa. Y sólo podía escuchar el grito de lulú ¡Qué barbaridad, esto es un atropello! ¡Mira que quitarme la placa los ingratos! ¿Pos qué se piensan?

Lulú peleaba con todo mundo, con el velador, conmigo, con pericas, con guadañas no porque dicen que existe como ligero romance, con el tránsito y con don solano, un viejito que cuida los coches en la calle y se creé que está enamorado de lulú, pero ella jamás ha volteado a verlo, puesto que pasa el tiempo peleando con todo mundo.

Los domingos si usted acude a misa de una de la tarde; puede ver a lulú ayudando al sacerdote con la comunión, vistiendo su falda hasta los tobillos, sus zapados tipo monja, como tres abrigos y rematando el vestuario de santidad, su velo que le cubre la cara.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

EL PERICAS


Tío, amigo, compañero de trabajo, les hablo de “el pericas” respetado en congales, cantinas, bares de todo tipo y otros.

Brazo derecho y tío de guadañas, de quien ya les he hablado antes, apasionado de la fiesta brava, de la poesía, de las armas, las mujeres y el alcohol.
Cada que entra a una cantina las personas se levantan para cederle el lugar puesto que es un acto de admirar el ver como toma tequila, mezcal o su alcoholito. Según la economía del hombre.

Coleccionista de relojes finos, los cuales usa para empeñarlos para poder ir a tomar un trago cuando necesite refrescar el gaznate, sin duda es uno de los personajes más famosos de Irapuato.

Cuenta que en su juventud fue boxeador amateur, en su última pelea narra como en el segundo veinte del primer asalto, recibió un golpe en la quijada que lo dejo viendo estrellitas y besando la lona, su entrenador gritaba ¡párate! ¡Levántate! A lo que pericas respetuosamente contestaba – de pendejo, pega re duro.

martes, 4 de noviembre de 2008

Ya No Existen Caballeros


Recordando uno; de la gran cantidad de empleos que he tenido, era el de lavacoches en un estacionamiento. No cualquier lavacoches, tenía lic en lavacoches con maestría en viene viene.
Entró una señora en su auto, dándome cuenta que no era muy hábil para manejar decidí acudir en su ayuda, parándome detrás del auto para echarle aguas.

En eso baja la ventanilla y me dice: ¡joven creé qué no me sé estacionar! ¡Sola puedo! Está bien señora usted disculpe, respondí y me di la vuelta, en eso escucho un golpe contra la pared y veo a la mujer molesta por estampar la defensa en la pared, dándole un buen rayón.

En ese mismo momento veo una señora que luchaba con su auto y le di una ayuda, gentilmente agradeció con un movimiento de cabeza y una sonrisa. Y bajando de otro auto una señora me grita ¡joven, joven a mí por qué diablos no me ayuda eh! ¡No puede ser qué servicio! Dijo la señora molesta y saliéndose del estacionamiento.

Tres de la tarde, termina mi turno; camino para tomar el camión que me llevará a casa, veo un señor que se detiene para ceder el paso a unas muchachas y una de las muchachas dice: -nos dio el paso, sólo para ver nuestro trasero, viejo caliente.

A lo que yo pude observar el señor ya no podía calentarse tanto por la edad avanzada y el trasero de las muchachas era como de paletero en bajada.

Llegando a la parada de camiones, baja una señora con varias bolsas, un muchacho se acerca y ofrece su ayuda, a lo que la señora amablemente contesta: -¡No gracias, me ves coja o manca para que no pueda hacer las cosas!

Subí al camión, me siento y saco mi revista decidiendo pasar ameno un rato, el chofer arranca y para a los pocos metros para subir pasaje. Veo que suben unas muchachas de secundaria,, notándolo por el uniforme, me levanto de mi lugar y le digo: señorita siéntese, -gracias contestó y en cuanto me volteé, escuche como le dice a su amiga, viejo pendejo déjalo que se canse. Por fin bajo del camión; camino a casa pensando en como la sociedad se queja de que no hay caballeros, pero uno se porta amable y la gente lo critica, hace una mala cara o simplemente te tachan de caliente, pero mientras haya quien agradezca los gestos de amabilidad, mientras exista una sola dama hay que tender la mano en lo que uno pueda, no importa que lo tachen de pendejo.

EL NIÑO

Antes de empezar con mi escrito quiero recomendarles las siguientes páginas, avaladas por mí y también por el dueño de éstas, RUBEN "el niño" que es de quien hoy les hablaré."http://estamonio2.blogspot.com/ y http://estamonio.blogspot.com/
Escritor, amante de la buena música, entregado a su trabajo, con una mente que viaja por el universo sin conocer fronteras y barreras que lo detengan, les hablo de Rubén conocido como “el niño”. Cuando le pregunté en una entrevista que realmente como era me contestó con estas sabias palabras.

Yo nací en una ribera del Arauca vibrador, soy hermano de la espuma, de la garza, de las rosas y del sol y del sol. Actualmente estoy dedicado profesionalmente, a ser el "viejo del costal". ¡Ah, y en otra vida fui un periquito australiano!

Amante de los dibujos animados, lo podemos observar con su taza de el oso Poh y en el cuarto de baño podemos ver a Daisy la patita, adornando y dándole una vista de armonía y paz. Puesto que es él lugar favorito de nuestro hermano para escribir esos pensamientos tan profundos, dice que deja todo lo malo y se llena su espíritu de tranquilidad para poder plasmar sus letras.

Le pedí de favor que me regalara una foto. Me mandó ésta; que de ponerse en subasta vale alrededor de tres a cuatro millones de euros. Porque deja notar su sencillez, cubierto por esa bata de baño, su taza de poh llena de chocolate caliente, y una cara mostrando que el chocolate le había quemado un poco la boca.

Esa foto fue tomada antes de que entrara en su sagrada biblioteca, donde lee gran cantidad de libros, revistas de vaqueros, lucha libre, policíacas, periódicos y su favorita la alarma de la cual tiene todos los números. También escribe para importantes páginas de Internet, en libretas, y a veces en paredes, todo esto desde su biblioteca, su santuario, su baño, compañero de él, en las buenas y en las malas. Es quien ha visto derramar sus lágrimas, o quien ha visto su sonrisa de felicidad después de tener algún problema atorado, o simplemente confidente de amor. Por eso es que el niño ha adoptado a su baño, como templo sagrado. Para entrar a él, se tiene que vestir de igual forma como se ve en la foto, si no. Es como si usted entrara a la iglesia católica desnudo. O fuera a la india y matara una rata blanca de algún templo.

Bueno me despido y sólo recomiendo que vean los blogs que les recomendé. Próximamente saldrá a la venta el libro mi historia desde el templo escrita por el mismo niño.

lunes, 3 de noviembre de 2008

UN SUEÑO

Dedicado con el cariño y respeto que merece mi gran amiga Berenice.

SUEÑO

un bosque, lleno de árboles altos; casi imposible ver su copa, camino dando vueltas, sin poder salir del bosque. Se escucha el caer del agua por la cascada, se puede saborear y sentir el agua limpia y fresca.

A lo lejos puedo ver la sombra de una silueta, camino rumbo a ésta, y al estar a pocos metros, te levantas, sólo veo como caminas alejándote de mi encuentro, te persigo pero evades mi camino, corro hacia tu sombra intentando tocarte pero es en vano, tu caminar es más rápido que el viento. Me detengo sólo para observarte, y tu sombra se detiene para dejarse admirar. Te hablo pero no me escuchas, intento gritar tu nombre pero no puedo, me falta voz, te llamo sólo con la mirada pero en cuanto camino hacia ti, te vuelves a alejar dejando un calvario en mí.

Canta la lechuza; se escucha su aletear y un chillido de un ratón presa de sus garras para ser alimento de ésta. Se escucha el canto de muchas aves desde el cenzontle, alegrando tu camino, hasta el cuervo queriendo arrancarme los ojos para que quite la vista de tu sombra, cuidando tu corazón al igual que las espinas a las flores.

Te sigo hasta la cascada, veo como la silueta entra en el agua cristalina y la sombra se convierte en tu cuerpo. el agua cae sobre tus cabellos largos, bañando tu cuerpo desnudo, lavando cada centímetro de tu piel apiñonada. Me acerco despacio para no espantarte, no haces movimiento alguno, el cuervo con la vista sigue mi caminar, doy varios pasos encontrándome a solo un par de pasos más de tu cuerpo, te acercas a mí, dispones a besar mis labios, y cuando estás a punto de besarme, ataca el cuervo mis ojos, arrancándolos de mí, se ve como sangran y doy vueltas por sin ningún lado, he perdido tu rastro no te puedo ver, intento hablarte y no me sale la voz.
En eso siento que toca tu mano mi cara, despacio, dando una muestra de cariño de amor, la caricia hace que despierte de mi sueño, con lágrimas e intentando volver a dormir noche a noche para verte en la cascada

RECUERDO DE MADRE

Recordando a la madre

Hora pico, gente estresada por las calles, filas de autos, el semáforo en rojo. Se puede ver a un mimo en la esquina, haciendo liviano el rato para los automovilistas, también la señora vendiendo chicles, el tragafuegos en otro lado, el niño haciendo malabares con piedras, las edecanes dando volantes para que la gente acuda a diversos negocios nocturnos, etc.

Luz verde; ¡avanzan los carros! Y emprendemos el camino, de verde cambia a amarillo, freno el auto y un caballero de unos sesenta años, hace sonar el claxon de su carro, recordándome a mi dulce madre. Molesto saco la mano por la ventanilla y contesto con mi brazo cerrando el puño y levantándolo con fuerza. Regresa el verde y avanzo viendo por el espejo retrovisor al señor que me había agredido y mostrándole mi dedo, seguido de una sonrisa.

Sigo me andar por las calles un ciclista se me atraviesa, valiéndole su vida y mi auto freno con fuerza, haciendo que las llantas del coche hicieran su rechinar y dejaran su huella en la calle, yo como todo buen mexicano le grité con fuerza ¡seguro tragaras ligas animal! y al ver que no se inmutó ante mi comentario; soné el claxon recordándole a su santísima madre. (bueno en realidad no sé si era santa, pero en México todas las madres son santas) y él al escuchar el sonido volteó molesto y me grito algo que no escuche pero me lo imagino.

Cabe destacar que en México hay cosas que nos pueden como mexicanos, que pierda la selección mexicana, que la comida no tenga chile, que nos bajen a la novia, o nos pidan a la hermana y por último que nos digan con dulce melodía o con mímica ¡chinga tu madre! Eso si que duele, a uno como mexicano le llega hasta el fondo del corazón, en el rincón más pequeño del corazón entran esas palabras. Esa frase que hace que a cualquier mexicano por muy miedoso le salga lo hombre cierre el puño y peleé. Porque a uno le podrán hacer o decir lo que quieran, pero una mentada jamás.

Antes de llegar a mi casa a un par de cuadras, un rancherito en su bicicleta se me cruza en mi camino y estuve a punto de ponerle un golpe con el carro. ¡Cabrón fíjate, vas y chingas a tu madre! Fueron mis palabras de coraje y valor, seguí mi camino; llegando a mi casa veo por el espejo retrovisor al rancherito llegando también como en busca de pleito y con una voz dulce y sacando santo pistolón me dice: mire amigo con mi madrecita santa no se meta, que ella no le hizo nada a usted así que pa la otra mejor piense lo que dice ¿o quere que lo arreglemos de una vez? A lo que le contesté pues fíjese cuando ande en la bici casi lo mato. Volvió a su vehículo y emprendió su camino.

Al verlo lejos me recargué en el automóvil cerré los ojos, las piernas me temblaron al igual que las manos, algo se me subió a la garganta y mi frente se llenó de sudor. Y prometí no volver a mentar la madre a alguien por mucho coraje que tenga, y si alguien lo hacía conmigo sonreír y agradecer que me hicieran recordar a mi

santa madre.

Estela

Un domingo en los que uno se despierta y no tiene nada que hacer, tomé la decisión de levantarme y no quedarme en casa aplastado viendo películas, salí a caminar por el centro, viendo los negocios de menudo repletos, llenos de gente cruda. Siguiendo mi caminar pasé por uno de los templos; decidí entrar, rogando a dios que no me fuera a hacer daño el entrar al templo.

Yo sentado hasta la parte de atrás, sin poner mucha atención, pero viendo el comportamiento de cada una de las personas del templo, que juanita echándole el ojo a Miguel, hijo mayor de doña Hortensia, doña Hortensia hablando con doña María, criticando el vestido que tenía camelia y así me di cuenta que no era el único que no ponía atención en misa.

El padre siguió hablando de no se cuantas cosas más y en eso, empezó a cantar el coro, que se componía de puros familiares, y siempre que cantaba el coro no faltaba doña Rosita, que soltaba su gran voz en el templo haciendo notar un poco su desafinada garganta, pero también se veía el sentimiento que le ponía y al oírla siempre pensaba; si así canta en las fiestas han de estar buenas las pachangas espero y un día me invite.

En eso volteé hacia donde estaba el coro, y me di cuenta de una integrante nueva, la cual no conocía, pero me quedé impresionado al verla. Por un instante su mirada y la mía se cruzaron por un instante.

Me quedé pensando en esa chica, todo lo que restaba de la misa, y sin el valor de voltear para ver nuevamente sus ojos, terminó la misa, y salí del templo a comer unos buñuelos con atole caliente, en eso cuando me los estaban entregando, llegó ella a pedir lo mismo. Me quedé pasmado sonreí y saludé educadamente.
Le pregunté ¿es nueva en el coro? – estuve cuando era chica pero me fui un tiempo para terminar mis estudios y he vuelto. ¿qué estudiaste? - derecho respondió a lo que dije: por fin alguien que me podrá sacar del tambo cuando ande borracho. A lo que con tan educada voz contestó ¡claro, siempre y cuando se paguen mis honorarios! Sonreí y dije claro que lo haré, bueno me retiro señorita y espero un día volver a platicar con usted.

No fallé el siguiente domingo a misa, ahí estaba puntual, hacía todo con tal de ver a esa chica que por cierto aún no sabía su nombre, pero que se me había clavado en el cerebro y en el corazón. ¡no seas tonto no te enamores de esa chica! Me decía todos los días, yo mismo me regañaba y pensaba que era algo ilógico, ella es muy religiosa y yo ni creyente soy, bueno hay tantas diferencias. Pero a la vez me decía, puede que sea igual de soñadora que tú, que tenga los mismos ideales.
¡toro deja de pensar tonterías! Volvían esas palabras a mi mente.

Por la tarde estaba tomando una nieve en el centro , cuando esa mujer de nombre desconocido para mí, pasó y le dije con amable voz: -buenas tardes, ¿gusta una nieve o una paleta? –buenas tardes respondió con una sonrisa, gracias por la invitación de la nieve, mejor para otro día.
Anímese ¿qué tanto se tarda en comer una nieve? sonrió y acepto mi invitación.
Sorprendido la invité a tomar asiento y estuvimos platicando largo tiempo, nos quedamos viendo a los ojos, me acerqué para darle un beso y ella se acercó a mí de igual forma y cuando estuvimos a punto de juntar nuestros labios, se despegó, se levantó y partió, el siguiente fin de semana fui a misa y para mi sorpresa su lugar estaba vacío en el coro. Y nunca más supe de ella más que en mis sueños y recuerdos. Siendo una estela de luz por minutos en mi vida. De ahí cada que paso los domingos a misa entro y me fijo a donde está el coro, rogando que esté estela. Aunque hasta la fecha no he vuelto a verla pero cada domingo que pase por el templo seguiré asomándome a ver si veo aquella estela de luz en mi vida.